UNO DE MIS TESOROS

Conseguí un aparatico de lo más simpático. Trataré de describirlo para ustedes.

Pesa entre 12 y 15 kilogramos, tiene unas baterías que no requieren cambio y duran toda una vida, eso sí hay que recargarlas por 10 horas cada 24 horas y hay que darle una carga intermedia de 2 horas despues de 6 horas de uso continuo. El aparato no traía manual, así que encontrar la duración de uso y todo lo relacionado con la recarga de baterías y mal funcionamiento cuando la carga está baja ha sido complicado y ha requerido de mucha observación y paciencia.

Se preguntarán ustedes que es lo que hace el dichoso aparato. Bueno pues no hace nada específico y no lo tengo por una razón en particular. Es uno de esos “gadgets” que a veces quiere uno tener para sentirse completo en la vida, pero que no es absolutamente indispensable tener.

Tiene una función de activación automática cuando la batería ha recibido la carga necesaria. La alarma de encendido suena y eso implica el inicio de la actividad. Tiene un sistema de autopropulsión que le permite llegar a cualquier lugar de la casa en el que yo me encuentre siempre y cuando no haya puertas cerradas en su trayectoria.

Además del sistema de autopropulsión, puede identificar ciertos sonidos y palabras. Cuando hay música, baila. Cuando voy a salir, me alcanza los zapatos. Cuando suena el teléfono se le prende una alarma que dice Aló, Aló, Aló, Aló,… un número variable de veces. Me recuerda que debo lavarme los dientes cada vez que termino una de las comidas del día y si lo pongo en el carro me avisa que debo ponerme el cinturon de seguridad en caso de que olvide hacerlo.

Parece ser que las ondas que emite el TV le afectan pues deja de funcionar cuando éste está prendido, sin importar el programa que se esté transmitiendo. Es a prueba de agua, es capaz de aprender comandos sencillos e incorpora la rutina diaria a su funcionamiento.

Es una maravilla que recomiendo a todo aquel que haya llegado al punto en su vida en el que es importante dar en lugar de recibir. Si usted, lector, puede dejar sus cosas de lado por atender las necesidades de otro, le recomiendo que se consiga un aparato como el que yo tengo. Su vida se llenará de una felicidad que jamás ha experimentado.

Al final del dia cuando la carga esta baja otra alarma más se activa y con insistencia emite un sonido parecido a:

Cama, cama, cama. Papá, cueto. Papá cueto.

Es entonces cuando toca ponerle el forro especial para la recarga larga de baterías. Acomodarla en su estuche para que no le de frío ni calor, leerle un cuento, sonreirle, abrazarla, darle los mil besitos de las buenas noches, decirle que mañana volveremos a jugar y dejarla descansar.